En nuestro curso de trabajos en altura, el alumnado aprenderá entre otras cosas a usar correctamente las líneas de vida. ¿Qué son? ¿Hay distintos tipos? Lo vemos todo en las siguientes líneas.
En el mundo de la construcción, tenemos líneas de vida horizontales o verticales, temporales o permanentes, rígidas o flexibles. Se usan junto al arnés anticaídas para evitar accidentes cuando se trabaja en altura. Son dispositivos de protección individual esenciales que han de formar parte de cualquier plan de prevención de riesgos laborales.
Las líneas de vida se usan en multitud de contextos. Por ejemplo, en cubiertas de naves industriales, tejados de viviendas o en estructuras verticales como escaleras fijas de servicio. Todo profesional que pueda echar mano de ellas tiene que tener claro cómo se usan. Nos referimos a técnicos de mantenimiento, limpiadores, fontaneros o electricistas. Personas que en definitiva vayan a trabajar en altura.
¿Cuántos usuarios pueden usar de forma simultánea una línea de vida vertical? ¿Cuál es su vida útil? Las anteriores son preguntas cuyas respuestas hemos de tener muy claras. Respuestas que hallarás en nuestros cursos de construcción.
Los sistemas de protección individual contra caídas han de estar compuestos, como mínimo, de un dispositivo de anclaje, un dispositivo de prensión del cuerpo (arnés, cinturón) y un subsistema de conexión. Las líneas de vida son precisamente un ejemplo de esos subsistemas de conexión. En caso de que sean verticales habrá que atender a la norma UNE-EN 353. Si son horizontales, a la UNE-EN 795.
Las líneas de vida, en calidad de equipos de protección individual (EPI), tienen que ceñirse al Reglamento (UE) 2016/425 y llevar el marcado CE. En lo relativo a las líneas de vida horizontales, no están bajo el paraguas de esa directiva y no llevan el marcado.
Las líneas de vida, parte del contenido de nuestro curso de trabajos en altura
Las verticales vienen reguladas por la norma UNE-EN 353. Esta concreta cómo ha de ser el sistema en su conjunto (carro y línea de anclaje). Son dispositivos anticaídas deslizantes que van colocados sobre una línea de anclaje rígida/flexible.
Combinados con un arnés anticaídas, estos dispositivos son uno de los tres sistemas anticaídas que contempla la norma UNE-EN 363. En este caso, la fuerza de choque ante una eventual caída no debe superar los 6 kN (Kilonewtons). La línea de anclaje flexible puede ser de acero (cable) o textil (cuerda).
En nuestro curso de trabajos en altura aprenderás a distinguir entre trabajos en altura sin suspensión y trabajos verticales o en suspensión para saber qué línea de vida necesitamos. El número de usuarios que es capaz de soportar una línea de anclaje vertical flexible lo especifica el fabricante. De todos modos, en la mayoría de los casos es solo una persona.
